Study finds low cortisol levels linked to neurological symptoms of Long COVID, suggesting stress management may help manage symptoms. El estudio encuentra niveles bajos de cortisol relacionados con los síntomas neurológicos de COVID Largo, lo que sugiere que el manejo del estrés puede ayudar a controlar los síntomas.
New research from the University of Colorado Boulder suggests that low cortisol levels, a hormone that regulates blood pressure and sleep-wake cycles, may underlie neurological symptoms of Long COVID. Una nueva investigación de la Universidad de Colorado Boulder sugiere que los niveles bajos de cortisol, una hormona que regula la presión arterial y los ciclos de sueño-vigilia, pueden ser la causa de los síntomas neurológicos del COVID largo. The study published in the journal Brain Behavior and Immunity found that COVID-19 antigens, immune-stimulating proteins present in Long COVID patients, can lower cortisol levels in the brain, inflame the nervous system, and cause it to hyper-react to stressors. El estudio publicado en la revista Brain Behavior and Immunity encontró que los antígenos COVID-19, proteínas inmunoestimulantes presentes en pacientes con COVID Largo, pueden disminuir los niveles de cortisol en el cerebro, inflamar el sistema nervioso y causar hiper-reacción a los factores estresantes. Researchers discovered that cortisol, a crucial anti-inflammatory hormone, plays a significant role in the physiological changes experienced by long COVID patients. Los investigadores descubrieron que el cortisol, una hormona antiinflamatoria crucial, juega un papel significativo en los cambios fisiológicos experimentados por pacientes con COVID de larga duración. The findings suggest that identifying and minimizing different stressors may help manage long COVID symptoms, while further research is needed to determine how low cortisol may contribute to the condition. Los hallazgos sugieren que identificar y minimizar diferentes factores estresantes puede ayudar a manejar los síntomas de COVID largos, mientras que se necesitan más investigaciones para determinar cómo el bajo cortisol puede contribuir a la afección.